Evangelismo en colaboración produce 1500 bautismos en El Salvador
Miembros de iglesia en la plataforma del nuevo templo. Imagen de la Unión Asociación del Atlántico.
Más de 1500 personas dieron el paso del bautismo al final de “Impacto Salvador”, una serie de reuniones de evangelización en El Salvador en marzo pasado. Las reuniones fueron un emprendimiento conjunto con la Unión Asociación del Atlántico, en los Estados Unidos, bajo la dirección de Dionisio Olivo, vicepresidente de Ministerios Hispanos y Portugueses del territorio, y la Unión Misión de El Salvador. Los directivos, directores de departamento, administradores de la asociación y pastores participaron todos en las reuniones, en las que presentaron mensajes simultáneos en 38 iglesias diferentes en la ciudad capital de San Salvador y sus alrededores.
G. Earl Knight, presidente de la Unión Asociación del Atlántico; Elías Zabala Sr., tesorero e intérprete; Jose Joseph, vicepresidentes de Ministerios Haitianos y Africanos; y Dionisio Olivo, vicepresidente de Ministerios Hispanos y Portugueses; llevan a cabo una presentación a la iglesia en el día de su dedicación. Imagen de la Unión Asociación del Atlántico
En representación de los administradores de la Unión Asociación del Atlántico, Olivo colaboró con Abel Pacheco, presidente de la Unión Misión de El Salvador; Danny Perla, secretario ejecutivo de la Asociación Metropolitana de El Salvador; y Santos Antonio Canas Quezada, presidente de la Asociación de El Salvador Paracentral. Antes de las reuniones de evangelización, pastores de cinco de las asociaciones de la Unión Misión de El Salvador trabajaron como instructores bíblicos, ayudando a preparar a las personas para las reuniones.
Cada año, la Unión Asociación del Atlántico, que abarca varios estados en el noreste de los Estados Unidos, la región del Gran Nueva York y Bermuda, participa de una campaña de evangelización en países representados por miembros de la Unión del Atlántico.
“Dado que tenemos personas de esos países en nuestra unión, les enviamos mensajes de que nos interesamos en ellos, y de que nos interesamos en sus raíces”, dijo Olivo. “Queremos alcanzarlos y cuidar de ellos [de los miembros de la Unión del Atlántico] y llevar el evangelio a las personas en sus países de origen”. En el pasado, también se han llevado a cabo esfuerzos de evangelización en la República Dominicana, Jamaica y Cuba.
El Salvador es el país más pequeño de América Central y es el de mayor densidad de población, con casi siete millones de personas que viven en unos 21 mil kilómetros cuadrados. Según cifras de marzo, la iglesia tenía alrededor de 200 mil miembros bautizados en el país, y 766 iglesias.
Elias Zabala Sr., tesorero de la Unión Asociación del Atlántico, presenta el mensaje en la iglesia de Miramonte, una de las 38 sedes de evangelización. Imagen de la Unión Asociación del Atlántico
Las iglesias fueron reunidas en distritos, y se establecieron 38 sitios para las reuniones lideradas por el grupo de la Unión del Atlántico. Entre los oradores de la Unión Asociación del Atlántico estuvieron, entre otros, su presidente G. Earl Knight; el secretario ejecutivo Pierre Omeler; el tesorero Elias Zabala Sr.; el vicepresidente de Ministerios Hispanos y Portugueses Dionisio Olivo; y el vicepresidente de Ministerios Haitianos y Africanos Jose Joseph.
Contribuciones financieras de la Unión Asociación del Atlántico, la Asociación del Gran Nueva York, así como donaciones privadas, ayudaron a construir una nueva iglesia en El Salvador.
Después de las reuniones, todos los oradores asistieron a dos seminarios de crecimiento profesional presentados por la Unión Misión de El Salvador. Los seminarios se refirieron a cómo conocer y comprender la cultura y el trasfondo salvadoreño, además de brindar información útil sobre cómo ministrar y alcanzar a los salvadoreños con el evangelio. La Unión Asociación del Atlántico cuenta con muchos salvadoreños, y hay varias comunidades de salvadoreños ubicadas en las regiones metropolitanas de Boston, Massachusetts, y Long Island, Nueva York.
Una versión original de esta noticia apareció en la revista Gleaner de la Unión Asociación del Atlántico.
Traducción de Marcos Paseggi
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