En Santo Tomás, los adventistas hallan consuelo al adorar juntos después de los huracanes
5 de octubre de 2017 | Santa Cruz, Islas Vírgenes | NCC / IAD
Después de que los huracanes Irma y María azotaron a Santo Tomás y San Juan en las Islas Vírgenes el mes pasado, provocando la voladura de techos, dañando edificios y derribando postes eléctricos, decenas de adventistas se reunieron el sábado 24 de septiembre para alabar a Dios, hallar consuelo en adorar juntos y compartir sus testimonios por medio de las tormentas.
La tormenta de Categoría 5 alcanzó un pico de 300 kilómetros por hora el 6 de septiembre, y permaneció con esa fuerza durante 37 horas, provocando la muerte de tres personas y desplazando a cientos, informaron las autoridades. Muchos adventistas también fueron desplazados.
Los miembros de iglesia hablaron de sus experiencias en la atestada iglesia adventista Shiloh en Santo Tomás.
“Se me voló todo el techo, así que estoy alojada con mi hermana”, dijo Corene Thomas, una miembro de iglesia que comenzó a compartir su experiencia. “Si ahora comenzara a llorar, no me detendría”.
“El viento rugía, el techo emitía grandes chirridos y, de repente, cuando miramos, solo se veían estrellas en el cielo”, dijo Mary Henley, otra miembro de iglesia, que compartió su experiencia con Irma. “Mi hija, mi esposo y yo tuvimos que refugiarnos en los armarios y clósets”.
Para Naomi Penn, la experiencia también será inolvidable. “Perdí todo el techo. Perdí todo lo que tenía”, dijo Penn.
“Mi madre y yo decidimos escondernos en unos armarios en el baño después de que el huracán voló las protecciones de las ventanas y escuchamos que se rompían los vidrios de las ventanas y las puertas”, contó Chinedu, de 13 años. “Pasamos por la tormenta cantando y orando”.
Muchos otros miembros compartieron narrativas similares al revivir sus experiencias con el huracán Irma, dijo Corliss Smithen, director de comunicación de la iglesia adventista Shiloh. “A pesar de los grandes daños estructurales a sus hogares, del desplazamiento y de haber perdido la mayoría (y en algunos casos, todas) sus posesiones materiales, los adventistas de Santo Tomás no se mostraron desalentados, desanimados, deprimidos o abatidos”, dijo Smithen. Se dedicaron en cambio a alabar a Dios por preservar sus vidas, añadió.
Los líderes de la iglesia de la Asociación Norteña del Caribe se trasladaron días después del paso de Irma por Santo Tomás para reunirse con los miembros.
“Vinimos tan rápido como nos fue posible, porque queríamos que sepan que estamos aquí para ayudarlos”, dijo el pastor Desmond James, presidente de la Iglesia Adventista en la Asociación Norteña del Caribe. La Asociación Norteña del Caribe supervisa la obra en Anguila, las Islas Vírgenes Británicas—lo que incluye a Anegada, Jost Van Dyke, Tórtola y Virgen Gorda, las Islas Vírgenes de los Estados Unidos (Santa Cruz, San Juan y Santo Tomás), y las islas de Saba, San Eustaquio y San Martín neerlandesa.
“Planificamos esta reunión con ustedes para crear un camino hacia el proceso de recuperación”, dijo James. Se instó a los miembros de iglesia a que identifiquen sus necesidades y las de la comunidad que los rodea.
En el presente, las principales necesidades son lonas, agua y comidas calientes, dijeron los líderes de la iglesia local.
La respuesta inicial del mes pasado ayudó a cien familias de Santo Tomás con alimentos y agua, seguidos por dos entregas adicionales de artículos asistenciales, dijeron los líderes de la iglesia.
El pastor Al Powell, director de ministerios jóvenes de la iglesia en Interamérica, visitó Santo Tomás y Santa Cruz esta semana para brindar aliento espiritual y saludos de los principales líderes de la División Interamericana.
“Necesitan con urgencia lonas, generadores y motosierras para cortar ramas y remover escombros”, añadió.
“A pesar de los desafíos, los miembros de iglesia están alegres, esperanzados y listos para avanzar”, dijo Powell.
La División Interamericana despachó esta semana un contenedor con siete palés de agua, alimentos y generadores con destino a Santa Cruz, para que sean distribuidos con los miembros de iglesia afectados en la Asociación Norteña del Caribe.
La iglesia adventista Shiloh ha abierto sus puertas a los miembros de la iglesia adventista Philadelphia que fue destruida durante la tormenta. Las escuelas adventistas de Santo Tomás y San Juan reanudaron las clases en el centro adventista multipropósito de Shilo el 2 de octubre.
Se están haciendo planes para que en los próximos días se comience a distribuir platos de comida a las comunidades de Santo Tomás.
En Santo Tomás y San Juan, hay mas de 4,000 miembros de iglesia que se reúnen en ocho congregaciones.
Corliss Smithen colaboró con este informe
Si usted quiere ayudar a los miembros de iglesia afectados por la reciente catástrofe natural en la Asociación Norteña del Caribe, ENTRE AQUÍ
Para ayudar a las comunidades afectadas por las catástrofes naturales en Interamérica, envíe un correo electrónico a adra@interamerica.org para solicitar información adicional.
Traducción de Marcos Paseggi
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