Todos a trabajar juntos para alcanzar a las ciudades
7 de octubre de 2017 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Adventist Review Staff
El plan y el anhelo de Dios es que sus seguidores vayan a todas las ciudades para enseñar, predicar y sanar en su nombre, dijo Ted N.C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista. Sus declaraciones fueron parte de su mensaje anual sabático a los miembros de la Junta Directiva de la iglesia, durante el culto de adoración en la sede de la denominación en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, el 7 de octubre.
Basándose en el relato bíblico del profeta Jonás, a quien Dios llamó a evangelizar la populosa antigua ciudad de Nínive, Wilson hizo un llamado para que cada miembro considere enfocar cada esfuerzo en alcanzar los grandes centros urbanos del mundo.
“Los obreros de Cristo aún son pocos en las grandes ciudades del mundo”, dijo Wilson. “Dios está rogando que nosotros alcancemos a esas masivas fortalezas seculares con el mensaje vivificador del evangelio”.
Siguiendo con la analogía de Jonás, Wilson dijo que aunque muchos miembros han tomado muy en serio el llamado de Dios de alcanzar a las ciudades, muchos se han en cambio “embarcado para Tarsis”. Tarsis es la ciudad lejana a la que se embarcó Jonás para escapar del llamado de Dios. “¿Hemos expresado solo palabras bonitas y dado atención superficial a la gran tarea de alcanzar a millones en los centros metropolitanos del mundo?” preguntó Wilson. “¿Hemos en verdad desafiado a nuestros miembros para que alcancen a otras personas?”
Solo los métodos de Dios
Al seguir la orden de Dios de alcanzar a las ciudades, deberíamos evitar la aplicación de ideas humanas, y adoptar en cambio métodos inspirados por el cielo, dijo Wilson. Esos métodos han sido claramente expresados, dijo, en los mensajes escritos de Elena G. White, una de las fundadoras de la iglesia, que los adventistas creen que son inspirados.
Wilson explicó que es un enfoque práctico que busca representar el carácter de Cristo ante los demás, y que incluye decenas de posibilidades. Entre otras, mencionó iniciativas comunitarias impulsadas por los jóvenes, clínicas de salud, restaurantes vegetarianos, evangelio de medios y de medios sociales integrado, centros de consejería y la testificación personal ante familiares y amigos.
“Estos son profundos conceptos del cielo [para trabajar] los grandes centros metropolitanos del mundo”, dijo Wilson.
Más allá de las definiciones teóricas, sin embargo, Wilson invitó a varios líderes de la iglesia para que compartan de qué manera están aplicando algunos de estos métodos en las ciudades del mundo. El enfoque estuvo en lo se han denominado “centros de influencia”, o lugares donde mediante la implementación de un ministerio o iniciativa cristiana práctica, la iglesia puede avanzar y compartir el evangelio con los residentes locales.
Entre los líderes que se aproximaron al púlpito para compartir lo que ellos o los que están bajo su liderazgo están haciendo estuvo Teenie Finley, quien junto con su esposo Mark desarrollaron un novedoso centro en el estado de Virginia, Estados Unidos. En él, ofrecen capacitación a pastores y laicos, además de atractivas actividades a las que asiste toda la comunidad.
El Centro “Living Hope” [Esperanza viva] incluye un salón-iglesia para 270 personas, un centro de medios, una escuela de evangelismo, y un centro de salud comunitaria. Los programas de salud del centro —sobre cocina natural, manejo del estrés y exposición de salud— y su arqueología, profecía y seminarios doctrinales están atrayendo a cientos de personas de las comunidades circundantes.
“Es nuestro deseo seguir el método de Cristo y dar el resto de nuestra vida para capacitar a otros en el ministerio desinteresado de Cristo”, concluyó Finley.
Después de Finley, Gary Krause, director de la Secretaría de Misión Adventista, compartió lo que están haciendo los centros de influencia de áreas urbanas para responder a la responsabilidad que sienten por las grandes ciudades sin alcanzar del mundo.
Hay cientos de centros de influencia en el mundo actual de diferentes clases, dijo. Pero una cosa que tienen en común es que salen más allá de las paredes de sus iglesias para ingresar a la comunidad y estar con la gente, mostrándoles el amor de Cristo en acción.
Krause cerró contando una experiencia de Argentina, en la que una mujer que llegó a aceptar el mensaje adventista como resultado de un centro de influencia dijo: “No estaba buscando nada, pero lo encontré todo”.
Otros líderes compartieron iniciativas comunitarias continuadas en ciudades populosas tales como Hanoi, Vietnam, y El Cairo, Egipto, donde la iglesia ha prometido realizar esfuerzos especiales para mostrar el amor de Cristo de manera práctica entre los millones que no lo conocen.
Participación de todos los miembros y ministerios
Wilson enfatizó que alcanzar a las grandes ciudades es una “obra masiva”, una que no puede ser llevada a cabo tan solo por pastores asalariados. “Necesitamos a Todos los Miembros Involucrados (TMI)”, dijo en referencia a una iniciativa de la iglesia mundial que busca que cada miembro se involucre en la misión.
“TMI ha energizado a los laicos de manera maravillosa”, dijo Wilson. “En muchas [regiones de la iglesia], se ha convertido en una visión muy motivadora, que ha transformado a las iglesias en poderosas agentes para la ganancia de almas”.
En un tono más personal, Wilson apeló entonces a cada líder y miembro para que sume. “Estoy pidiendo personalmente que todos los campos…enfaticen este maravilloso método de TMI”, dijo. “Revitalicemos a nuestros miembros de iglesia en cada área de la misión de la iglesia”.
Según Wilson, TMI es un proceso que incluye el estudio de la Biblia y la obra misionera y comunitaria, pero también la reforma del estilo de vida, un uso sabio de los medios financieros, familias bíblicas bien ordenadas, y otros cambios que buscan mejorar la vida.
“Todo esto es posible si nos apoyamos en Cristo para todas nuestras necesidades”, dijo, al invitar a que el coordinador mundial de TMI Duane McKey y su esposa Kathy compartieran una iniciativa principal y de evangelización de TMI que se ha planeado para Tokio y otras grandes ciudades japonesas en 2018.
McKey contó de iniciativas pasadas y presentes de TMI en Ruanda, Rumania, Nepal y las Filipinas. En preparación para el evento de TMI 2018 en Japón, 48 pastores adventistas japoneses fueron invitados a las Filipinas para ponerse al frente de las campañas de evangelización. Sus esfuerzos produjeron 1400 bautismos. Se están haciendo preparativos para una campaña similar en la India en 2019.
Iniciativas de niños y de salud
En relación con estas y otras iniciativas, Wilson reafirmó que TMI requiere la participación de cada área de la actividad de la iglesia. “[Tenemos que] usar a todos, a las mujeres, los hombres, los jóvenes y los niños para llegar a los habitantes de las grandes ciudades”, dijo, y acto seguido presente a Linda Koh, director mundial de Ministerios del Niño, invitándola a compartir lo que están haciendo los niños para compartir el amor de Dios en las ciudades del mundo.
“¿Cómo alcanzar a los millones de niños de las ciudades?”, preguntó Koh, antes de compartir algunos de los programas que están ayudando a llevar a los niños a Cristo, como es el caso de las Escuelas Bíblicas de Vacaciones, exposiciones de salud, días de deportes, y festivales de música, entre otros.
Koh explicó que el éxito se alcanza cuando los niños llegan a amar y aceptar a Jesús. “Como los muchos niños que vienen hasta nosotros y nos dicen: ‘Jesús es ahora mi amigo para siempre’”, expresó.
Un ministerio abarcador de salud también es fundamental para TMI, dijo Wilson. Los pastores y profesionales adventistas de salud pueden trabajar juntos. A manera de ejemplo, llamó a Peter Landless, director de Ministerios de Salud de la iglesia mundial para que brindara ejemplos de cómo las iniciativas de salud están apoyando la misión de la iglesia en las grandes ciudades.
“El Ministerio Abarcador de Salud cree que cada miembro es un médico misionero”, dijo Landless, antes de informar del éxito de iniciativas tales como megas y microexposiciones de salud, programas para dejar de fumar y recuperarse de adicciones, caminatas y carreras aeróbicas y escuelas de cocina. Destacó que cada año se está brindando atención médica gratuita en todo el mundo por al menos 600 millones de dólares, y que se han distribuido 50 millones de libros sobre temas de salud.
“Podemos ser parte de esto si creemos en el mensaje [de salud], si vivimos el mensaje y si enseñamos el mensaje, dijo Landless, antes de concluir diciendo: “Desde el trasplante de corazón hasta la simple hogaza de pan, puede haber allí más religión que en muchos sermones”.
Un llamado final
A pedido de Wilson, Doug Venn, director del Centro Urbano de Misión Global hizo un sentido llamado para que los miembros se involucren de manera activa para compartir el mensaje de Dios en las ciudades.
“Necesitamos ser convertidos y recomprometernos para alcanzar a las ciudades”, dijo Venn, quien hizo un llamado a los líderes de la iglesia para que junto con él sean “rebautizados para dar prioridad a Misión a las Ciudades”.
Ven también realizó un llamado especial a utilizar la energía de los jóvenes adventistas. “Necesitamos liberar la energía de los jóvenes, para que puedan usar su capacidad creativa para llevar a Cristo a los que viven en las ciudades”.
Wilson concluyó su mensaje haciendo un llamado más a dar toda la atención que se merece a la obra de evangelización en las ciudades. “Por favor, tomen muy en serio el desafío de ‘Misión a las ciudades’, y entréguense a Dios en oración al planificar la obra en cada ciudad del mundo”, expresó. “¡El tiempo de trabajar en las ciudades es ahora!”
Para leer una transcripción del mensaje de Wilson, presione aquí.
Traducción de Marcos Paseggi
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