Iglesia Adventista distribuye 400 bicicletas nuevas a familias necesitadas del norte de Colombia
29 de noviembre de 2017 | Uribia, La Guajira, Colombia | Shirley Rueda/DIA
Cuatrocientas bicicletas nuevas fueron donadas a niños de los guajiros o wayús en el norte de Colombia hace unas semanas, como parte de una iniciativa especial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día denominada “Ruedas para educar”. Hasta el momento, se han donado mil bicicletas a los niños de Uribia, La Guajira, la zona más afectadas por las sequías en la región. El año pasado se habían distribuido más de 600 bicicletas.
Decenas de niños, junto con sus familias de cuatro comunidades de chozas, aguardaron con ansias el medio de transporte que tanto necesitaban. Decenas de líderes y miembros de iglesia voluntarios distribuyeron las nuevas bicicletas a los aldeanos. Hay allí familias muy humildes y de bajos ingresos, pero de mucha riqueza cultural, dijo el pastor Mauricio Butrago, director de ministerios jóvenes de la Iglesia Adventista en la región Colombiana del Norte y principal organizador de la iniciativa “Ruedas para educar”.
“Tener este número de bicicletas nuevas a un costo de unos 50 dólares por unidad se hizo realidad gracias a donaciones internacionales, el apoyo de la División Interamericana, y compañías privadas de Colombia como es el caso de El Ciclista”, dijo Buitrago.
El Ciclista, una compañía de 25 años de experiencia que pertenece a una familia adventista, se unió a la iniciativa y donó el diez por ciento de sus ganancias, así como una bicicleta por cada diez que vendieron.
“Estamos más que felices de estar aquí en La Guajira, donando y contribuyendo a la obra del Señor”, dijo Dolly Moncada, de El Ciclista. “Sin duda, vale la pena servir al Señor, porque él bendice en abundancia a sus hijos y a todos los que escogen trabajar para él”.
“Ruedas para educar” busca promover la educación en la primera infancia al facilitar el transporte de los niños a su escuela, dijo Buitrago. “En muchos casos, les lleva de tres a cuatro horas a pie por caminos de tierra, bajo el clima desértico en la región, para llegar a su escuela”, añadió. Las nuevas bicicletas reducen dramáticamente ese tiempo. Asimismo, las autoridades informan que desde la donación desde el último año, los abandonos escolares han disminuido significativamente en la región.
Para muchos niños, una bicicleta es el mejor regalo que han recibido alguna vez.
“Gracias a Dios he recibido esta nueva bicicleta para que pueda ir a mi escuela y no perder clases”, dijo Janiet David Gutiérrez. “Si no estudiamos podemos terminar siendo niños malos; por eso, quiero estudiar cada día y en todo momento, no importa cuán lejos esté la escuela, porque quiero ser una persona educada”.
Lourdes Puchaina se mostró entusiasmada de recibir una bicicleta nueva. “Tenemos muchas necesidades aquí”, dijo Puchaina. “Me siento tan feliz de que me han traído ese regalo tan especial, para que podamos llegar a la escuela”.
“Nuestra principal prioridad en nuestra administración es la educación, y el desafío fue el transporte a la escuela”, dijo Jaineth Daza, responsable del trabajo social en Uribia. “Comenzamos este proyecto con la Iglesia Adventista y muchas comunidades se han visto beneficiadas. Continuamos llamando a los directores y maestros para motivar a los estudiantes para que mantengan sus bicicletas en buen estado y puedan continuar andando en bicicleta a la escuela y no la abandonen”.
Las autoridades policiales también cuidan de los niños que andan cada día en sus bicicletas, dijeron los organizadores.
“‘Ruedas para educar’ es una excelente actividad, y espero que podamos continuar con estas actividades para mejorar la calidad de la vida de los niños, en especial los de la etnia”, dijo Manuel Mejía, jefe de policía y responsable de seguridad y prevención ciudadana en la municipalidad de Uribia.
Buitrago dijo que varios mecánicos de bicicletas se unieron a los voluntarios que viajaron para la distribución y repararon algunas de las bicicletas del año pasado que se han deteriorado por el sol, la sal del mar, y porque muchos andan hasta de a tres en una sola bicicleta.
El proyecto, que recibió la cobertura de los medios locales, continuará en dos actividades el año próximo, dijo Buitrago. “Al ver la necesidad de mantener las bicicletas, planeamos regresar durante una semana con un grupo de mecánicos voluntarios para revisar las bicicletas y confirmar que están siendo usadas para transportar solamente niños a sus escuelas”, dijo Buitrago.
Buitrago también dijo que muchos de las comunidades quieren saber más de la Iglesia Adventista y sus creencias, de manera que hay planes de regresar con impresos para todos los que quieran aprender más.
Traducción de Marcos Paseggi
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